El manantial, de Catherine Chanter (2015)

Imaginad que esas voces de alarma que tratan de prevenirnos acerca del calentamiento global dejasen de ser una hipótesis para convertirse en una realidad tangible. No hablo solo de la subida del nivel de los océanos o de la subida de las temperaturas, que ya son un hecho. Tan solo tenemos que mirar por la ventana y observar cuánto ha tardado en llegar el otoño este año. Estoy hablando de una sequía severa, una escasez de agua tan drástica que no fuese suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas y empezásemos a tener duras restricciones en el primer mundo.

 

Este es el telón de fondo que nos propone Catherine Chanter en El manantial (Salamandra, 2016). La historia se ambienta en el Reino Unido, pero la falta de agua a nivel mundial es muy palpable. La ciudad de Londres se han convertido en un lugar desértico, y las condiciones de vida son cada vez más duras. Movidos por este problema y por un deseo de huir de la monotonía, Ruth y Mark toman la decisión de dejar todo atrás e irse a vivir a El manantial. No sabemos dónde se localiza exactamente ni qué cantidad de terreno abarca, pero lo que sí está claro es que estamos ante un lugar con unos niveles de lluvia muy encima de la media del país.

 

En El manantial inician una nueva vida, una vuelta a los orígenes, a la tierra, a la ganadería. Se acabaron las colas de tráfico interminables de la gran ciudad, el estrés y un pasado que les pisa los talones y que hace que muchos les miren con recelo. Allí tan solo son Ruth y Mark, un matrimonio que trata de empezar de cero. Su tierra es fértil, su verduras y hortalizas son las más grandes del lugar, sus frutales rebosan. Y esto empieza a despertar las envidias de sus vecinos. Por algún extraño motivo, la sequía empieza a afectar también a los terrenos colindantes, pero El manantial se mantiene verde y húmedo. Muchos serán los que miren con desconfianza a los recién llegados y que incluso lleguen a pensar que están haciendo algún tipo de artimaña para robarles el agua que tanto necesitan todos.

 

La fertilidad y el verdor de su tierra será tal que un grupo de mujeres, entre las que se encuentra la hija de Ruth, acamparán en las puertas de El manantial para adorar la fertilidad de esta tierra fundando de este modo una secta que quiere encumbrar a la propia Ruth como líder de su grupo. Todo este tipo de situaciones disparatadas que inundan su vida hará que Mark y Ruth se distancien cada vez más, colmando la gota una trágica muerte que dará con los huesos de Ruth en la cárcel.

La novela arranca precisamente con este suceso: el regreso a El manantial de Ruth bajo arresto domiciliario para cumplir allí su condena. ¿Qué ha pasado para llegar a este punto? ¿Quién es el responsable de esa muerte? Cuando Ruth vuelve a casa no queda nadie por los alrededores. ¿Dónde está Mark? ¿Y su hija y su nieto? Página a página Ruth nos contará en primera persona cómo ha llegado a esa situación con continuos flash-backs, saltando del inicio de todo esto al momento actual que es su situación de reclusión obligatoria.

 

Con un fuerte componente de thriller psicológico, percibiremos en Ruth un tremendo sentimiento de culpa a lo largo de toda la narración. Las idas y venidas de su matrimonio serán uno de los argumentos principales de la historia. Cómo la convivencia y la falta de confianza pueden matar los sueños, cómo nuestro entorno puede meterse en nuestras casas y romper lo que más queremos.

 

Etiquetar esta novela es tremendamente complicado. ¿Es una distopía? ¿Es un thriller? ¿Es un drama? Sí. Sí a todo ello. El telón de fondo nos lo dará la distopía, el punto de adicción a la trama nos lo proporcionará el thriller y la serie de sucesos que se suceden aportan cierto dramatismo a la trama. El manantial es un libro sobre segundas oportunidades, sobre conocerse a uno mismo, sobre egos y sobre solidaridad.

 

El manantial es la primera obra narrativa de Catherine Chanter (antes de estrenarse en este género ha demostrado que es una gran poeta) y como tal tiene algunos fallos. Aunque es cierto que mantiene vivo el interés considero que hay un punto de la novela en el que el lector puede cansarse de esperar a la resolución de la trama. Quizá un cierto recorte de páginas habría beneficiado al momento de clímax porque se alarga la llegada de ese punto. Los problemas conyugales de Ruth y Mark dan demasiadas vueltas de tuerca, y aunque la vida real sí resulta así de complicada en una obra de ficción puede cansar un poco.

 

Pero a pesar de este aspecto, El manantial me ha sorprendido muy gratamente. Tanto que me ha llamado la atención ver tan poco este libro por la blogosfera o en mis redes sociales. Creo que tiene un arranque que te atrapa desde la primera página, y la curiosidad por desentrañar todos los misterios que esconde te empuja a no poder dejar de leer. Quizá la clave reside en el hecho de que sea la propia Ruth la que recomponga toda su historia desde una perspectiva de confusión e incomprensión, haciendo un ejercicio de memoria para tratar de poner todas las piezas en su sitio y comprender qué es exactamente lo que la ha llevado a su situación actual. Es una de esas novelas que te tienen todo el día rumiando su trama en tu cabeza y que no puedes dejar hasta llegar a la última página. Muy recomendable.

 

 

Título: El manantial (The Well)
Autor: Catherine Chanter.
Traductor: Gemma Rovira Ortega.
Editorial: Salamandra (2016).
Año de publicación: 2015.
ISBN: 9788498387346.
Páginas: 448.
Precio: 20€.
Ficha del libro en Salamandra: http://salamandra.info/libro/manantial

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Margari dice:

    Me dejas indecisa esta vez. Creo que si me cruzo con él, quizás me anime, pero si no…
    Besotes!!!

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