– Orden de búsqueda y captura para un ángel de la guarda, de José Ramón Gómez Cabezas.

– La sonrisa de la Gioconda, de Aldous Huxley.

– Mamut, de Esther García Llovet.

– Ad Astra, de Peter Watts.

– 1913. Un año hace cien años, de Florian Illies.

– La mujer que no bajó del avión, de Empar Fernández.

– Un pedigrí, de Patrick Modiano.

– The frightening frammis, de Jim Thompson (relato)

– La sombra del agua, de Fernando López.

– La promesa, de Friedrich Dürrenmatt.

– El duende del hogar, de Nadezhda Teffi.

– Por mal camino, de Chris Womersley.

– Un asunto tenebroso, de Honoré de Balzac. Parece ser que esta novela está considerada como la primera novela negra de la historia de la literatura. Compite por el premio con Edgar Allan Poe y su Crímenes de la Calle Morgue, pero este es más un relato que una novela.

– Aldous Huxley, de Jose Angel Juanes. Aunque la edición me parece un horror, tenía muchas ganas de esta biografía tras la lectura de La sonrisa de la Gioconda. Espero ponerme con ella cuando termine Un mundo feliz.

– Jagannath, de Karin Tidbeck. Una joya preciosa que ha editado Nevsky Prospects. Mis pedidos mensuales a esta editorial ya parecen una tradición. Como os comentaba en la reseña de El duende del hogar, nos regalaban este librito con la compra de otro, así que este es el escogido. Un maravilloso libro de relatos que no tardará en caer.

– En duende del hogar, de Nadezhda Teffi. Ya lo he reseñado este mes, así que poco tengo que añadir aquí.

– Dashiell Hammett, de Jo Hammett. Lo sé, me ha dado con las biografías. Siempre me han fascinado, y de golpe se me han antojado varias de golpe. Esta la descubrí de casualidad, y no pude resistirme, ya que está escrita por la propia hija del escritor.

– Miles y yo, de Quincy Troupe. Otra biografía más. Y es que Jordi lleva semanas tuiteando sobre este libro y poniéndome los dientes largos. Y aprovechando que así no me costaban los gastos de envío del de Hammett…

– Un mundo peor, de Claudio Cerdán. Sí, sale a la venta el próximo lunes 7, pero yo ya lo tengo en mi poder. ¡Prometo reseña el mismo lunes!

– Solo un asesinato, de Jim Thompson. Se ha abierto la veda de Thompson. Ya le tenía ganas, y definitivamente voy a por él. Encontré este y el siguiente de oferta en una librería de Madrid, Estudio en Escarlata, así que me lancé a por ellos.

– Asesino burlón, de Jim Thompson. Aunque la edición de ambos no es una maravilla, no he encontrado nada mejor en español.

– To kill a mockingbird, de Harper Lee. Sí, en inglés. Estoy harta de buscar una edición decente en castellano que no tenga la carátula de la película como portada, así que finalmente me lo he comprado en inglés, y así no tengo excusa.

Con tanta lectura poco tiempo ha quedado para el cine, pero algún hueco le he hecho. Me ha dado sobre todo por revisionados. Hay películas que las vi hace tantos años que no puedo ni decir que las he visto, porque no recuerdo nada.

 

– Guerra Mundial Z, de Marc Forster. Para mi gusto, película completamente prescindible. Muy entretenida, eso sí, y mantiene la tensión bastante bien. Pero no tiene más, divertimento puro y duro.

 

– Taxi Driver, de Martin Scorsese. Años y años hacía que no la veía. Y por primera vez, en versión original, que no tiene nada que ver. No es por desprestigiar al doblador de Robert De Niro, pero es que las voces no tienen nada que ver. Quien escogió su voz de doblaje por primera vez debería haber buscado un poco más de similitud, creo yo. La película, excelente, y papelón de De Niro. Hay un par de planos de los de pasar a la historia del cine.

 

– Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatore. Película de las de ver con una caja de kleenex, porque qué manera de llorar. Historia muy emotiva de un niño amante ferviente del cine que se empeña en aprender a usar el proyector del cine de su pueblo en Italia. Veremos la vida del niño, Totó, y la influencia que el cine tuvo en ella. Pero la magia de la película está en la amistad de Alfredo, el empleado del cine y Totó, un hombre adulto y un niño pequeño. Una delicia.

 

– Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée. Una de las grandes ganadoras de los Oscars, con actor principal, de secundario y maquillaje, y los tres muy merecidos. Con un presupuesto ajustado, un rodaje de 23 días, 250 dólares para maquillaje (sí, para todos), y 20 kg menos por actor, logran una película brillante. Ron (McConaughey) descubre casi por casualidad que ha sido contagiado de SIDA y que le quedan 30 días de vida. En un primer momento hará lo posible y lo imposible por lograr un medicamento que anuncian como revolucionario para la enfermedad, pero aún en pruebas. Poco a poco descubrirá que no es una enfermedad tan fácil de erradicar, y se dedicará al tráfico de medicamentos, en un principio por beneficio económico, pero poco a poco convirtiéndose en una gran ayuda para muchos enfermos, prolongando tanto su vida como la calidad de la misma. Una historia verídica, que logra enternecerte y con puntos de humor muy logrados. Una lección de historia de la enfermedad del SIDA en EEUU, en unos años en que el conocimiento sobre la misma aún era muy escaso y las farmacéuticas daban palos de ciego. La actuación de McConaughey es tremenda, pero casi me quedo con la de Jared Leto, el transexual que abrirá la mente y el corazón de Ron. Un gusto haber podido verla en el cine en versión original en una ciudad tan pequeñita como León.