Prótesis es un título realmente raro para una novela, pero aún más para una novela negra. Y la portada de la edición que yo tengo no te da ninguna pista de a qué viene ese título. Pero Andreu nos lo desvela enseguida.

 

El Migue, Miguel Vargas Feinoso, observa cómo su sonrisa le observa desde un vaso de cristal, con agua y una pastilla de Corega Tabs. La mira durante horas, porque el hecho de que le reventaran los dientes con la culata de una pistola, destrozó su vida. Y a quién no. Una cara llena de cicatrices, unos dientes reventados a golpes y cuatro años de cárcel a cuestas. Porque os imaginaréis que no a cualquiera le revientan la cara a golpes con una pistola.

 

El asunto es que desde aquel fatídico día, la vida de el Migue, o el Dientes como le gusta que le llamen, cambió radicalmente. No sólo no ha vuelto a dormir ni a lograr una erección, sino que pasa las horas pensando en su venganza. El Gallego fue el desgraciado que le hizo eso, y no parará hasta dar con él y consumar su venganza.

 

Para ello, necesita ayuda, los antiguos compinches, y buscará hacerlo de un modo sutil. Sutil, de cara a el Gallego, porque para los demás será todo un boom: el atraco a un camión blindado lleno de billetes. Resulta que uno de los que van a ir en ese furgón es el propio Gallego, que desde el día que le reventó la cara a el Dientes dejó el cuerpo de policía. Ah, ¿que no os lo había dicho? El angelito que le hizo eso a el Dientes era un policía.

 

Las cosas han cambiado mucho para el Gallego desde entonces. Lleva una vida que odia, tiene una mujer que le repugna, y unos hijos que se le han desmadrado y cada vez se le escapan más de las manos. Está gordo y cansado. Al menos, conserva el pelo, que se tiñe regularmente para seguir pareciendo joven. Pero en su cara se muestra el hartazgo de toda la vida que lleva. A él le gustaba ser poli, y los abusos policiales eran la sal de su vida. Porque imaginaréis que el arreglo que le hizo a la cara de el Dientes no fue a caricias.

 

Con este panorama, el Dientes busca a el Gallego, y le va a encontrar. Tanto, que va a despertar toda la rabia y la repulsa reposada durante años. Y el Gallego es un tío violento, pero mucho. Y el Gallego lleva una mala racha, está muy harto de su vida y de su gente, de que eliminasen de su vida esa parte que tanto le gustaba de sí mismo, que sus médicos y su mujer le convirtieran en un dócil corderito.

 

Las escenas violentas están contadas, si lo piensas al terminar el libro pocas son las páginas en las que la violencia, (eso sí, explícita) se muestra abiertamente. Lo que más encontramos es dolor, y miedo, y rabia, y venganza, y más y más miedo. Porque por mucho que trames tu venganza, por mucha sangre fría que tengas, no todo el mundo es capaz de demostrarlo en el último momento. Ahí es donde Andreu, con gran maestría, nos muestra las dos caras de la moneda: el que quiere ser violento, y el que lleva la violencia en la sangre. No es tan fácil plantarte ante tu agresor, encañonarle y pegarle un tiro. No todos están hechos de esa pasta. Y la sed de venganza, por muy grande que sea, a veces se ve comida por el miedo.

 

La tensión está realmente conseguida. Vale que es un libro de unas 180-200 páginas según la edición, pero me lo ventilé en poco más de una tarde. Vas contra reloj, el tiempo se acaba, y para ello usa un gran recurso: los capítulos son días, y los tramos en dichos capítulos, son horas de dichos días. La narrativa es sublime, en algunos sitios he leído que ésta se considera como la mejor novela negra escrita en español, y si no es la mejor desde luego que anda en los primeros puestos. Nada que envidiar a nórdicos ni americanos.

 

Eso sí, el tema de que sea producto nacional y que se desarrolle en Barcelona la hace aún más dura. El carácter de policías y delincuentes, los lugares, los ambientes…No te hace falta conocerlos en persona. Si has conocido algún barrio jodido en tu vida, lo verás reflejado. Conozco a más de una Nena y a más de un Chava, me crié en un barrio marginal, y esta historia se podría haber desarrollado en él en esos mismos años, cuando yo tan solo era una niña. Aunque, bien pensado, quién me dice a mi que no ocurrió algo similar…

 

Por lo visto hay una adaptación cinematográfica de la novela, Fanny Pelopaja. Ni la he buscado. Imagino que no sea tan violenta como la novela, porque por suerte hay escenas que se habrían censurado de haberse rodado. Soy asidua a las adaptaciones al cine de las novelas, pero en este caso, voy a pasar. Prefiero guardar el recuerdo de esta brillante novela, que si os veis con fuerzas, os recomiendo encarecidamente.

 

 

Título: Prótesis
Autor: Andreu Martín
Editorial: Planeta Bolsillo
ISBN: 9788408016366
Páginas: 174