Como ya os adelantaba el otro día, esta va a ser una reseña muy difícil de escribir. Y es que cuánto más me gusta un libro, más me cuesta, ya que mi reseña lo único que puede hacer es ensombrecerlo.

 

La novela trata acerca de Joe Allston, un agente literario jubilado que vive en una casa en el campo junto a su mujer Ruth. Tiene esa sensación que se va teniendo con el paso de los años de que no ha aprovechado bien su vida, y encima cada día se siente más y más mayor con sus ataques de reuma, y observando los achaques de los amigos que le rodean. Como bien dice en la contraportada, se siente como un espectador que asiste al final de su vida.

 

Pero un buen día, entre el correo, recibe una postal de una antigua amiga que hace aflorar en el mil y una sensaciones y recuerdos, recuerdos de un viaje que Ruth, su esposa, y él hicieron a raíz de un terrible hecho que aconteció en sus vidas: la muerte de su único hijo.

 

Cada noche, en su dormitorio, le leerá a su mujer un fragmento de los diarios que escribió en ese viaje y esto les hará enfrentarse con sus fantasmas y con un tema que habían enterrado durante muchos años.

 

Es una historia preciosa, el relato de los diarios es muy bonito y hace que las conversaciones tras cada lectura tengan una gran carga emotiva. Asombra leer cómo temas como el amor son tan universales, que olvides que está narrado desde los ojos de un hombre de edad tan avanzada. El miedo a hacerse mayor, a la vejez, a la enfermedad; miedos que yo aún veo lejanos, pero que noto en mis padres y mis familiares.

 

Como os dije tiene cientos de frases para el recuerdo y os dejo algunas de ellas en la anterior entrada.

 

Creo que lo mejor que puedo hacer es recomendaros encarecidamente que la leáis, ya que cualquier cosa que vaya a decir aquí,será poco.

 

Título: El pájaro espectador (The Spectator Bird)
Autor: Wallace Stegner
Traductor: Fernando González.
Editorial: Libros del Asteroide (2010)
Año de publicación: 1976
ISBN: 9788492663286
Páginas: 308
Precio: 18,95 €