El cadáver de un hombre sin identificar es encontrado en una playa cercana a la Isla de Or. Es el suegro de Dora, una de las narradoras de la novela— quien da con él en uno de sus paseos— y la descripción del aspecto del cuerpo deja a toda la familia en estado de shock. No tendrán que pasar muchos días para que Dora vea en la primera página del periódico que se trata de un hombre que estaba desaparecido: Antonio Trigo. A partir de ese momento, Dora se obsesionará con el caso y la pérdida reciente de su empleo como periodista cultural hará que decida indagar por su cuenta.
Por otro lado tenemos a dos policías en la casa de los Larfeuil, en la Isla de Or. Todo parece apuntar a que el cadáver de Antonio Trigo fue arrojado al mar desde esa isla la noche en la que celebraron una especie de fiesta para despedirse del abuelo, al cual acaban de enterrar esa misma mañana.
La narración transcurre con dos voces alternas en primera persona. Por un lado Dora, mujer joven que acaba de separarse de su novio Matías y que ha perdido su trabajo. A través de sus palabras, nos adentraremos en los recovecos de la mente para comprobar hasta qué punto puede alterarnos esa sensación de soledad, de desesperación, de vacío, de nada, que hacen que el reloj se detenga. Por otro lado Guillermo, uno de los miembros de la familia Larfeuil que se verá en la necesidad de sospechar de cada uno de sus compañeros de interrogatorio al modo de los clásicos misterios de habitación cerrada.

La estructura de la obra se desarrolla en dos tiempos. Dora realiza su investigación a lo largo de varios días. Veremos cómo crecen en ella una serie de elementos que amenazan con sumirla en una profunda depresión. De hecho, será la muerte de Antonio Trigo lo que la mantendrá a flote gracias a esa necesidad de saber algo más sobre este desconocido; por qué alguien le quitaría la vida a alguien tan corriente, con quién se relacionaba, quienes eran sus amigos. El interrogatorio a los miembros de la familia Larfeuil transcurre en una sola noche, pero los descubrimientos que se realizan en un hilo complementan al otro. El mecanismo funciona de manera sobresaliente, y sirve para que la intriga crezca de manera exponencial. Lo que en un principio parece tan solo anecdótico dentro de las vidas de Dora y Guillermo se convertirá en el centro de todo y paso a paso todo encaja.
«Porque eso fue lo que decidí, que el carpintero de Maravillas era un hombre bueno, machadianamente bueno, y lo habían asesinado, le habían arrebatado sus pequeñas cosas tal vez en un segundo, y deseé que en ese segundo al menos no hubiera tenido dolor ni miedo. Lloré pensando en su puntualidad y en su rutina, en su bar de siempre, en su forma de echar el cierre del negocio, en el olor a madera de ese taller, en su mujer poniéndole la cena cuando la radio anunciaba las nueve de la noche, en el poco dinero que llevaba en la cartera, en su indefensión. Lloré por Antonio Trigo y lloré también por mí, porque nadie se apena con fuerza de la desgracia ajena si no es porque de ella algo le toca.»
Las descripciones físicas se aparcan a un lado para centrarse en el análisis de sus almas. El dolor, el abandono, la soledad, todos ellos son únicos y diferentes para cada uno, pero poseen rasgos comunes que identificamos cuando se abordan como consigue hacerlo Sánchez Ruiz. El texto está cargado de simbolismo, y aspectos como que una familia haya vivido en una isla que en el pasado se utilizó para internamiento de personas con problemas mentales dice más de sus personajes que párrafos y párrafos con multitud de detalles.
Puede que algunos duden a la hora de calificar esta novela como de género negro o policíaco. Cuando es invierno en el mar del Norte va de menos a más en ese sentido, y al arranque de la misma (tras un primer capítulo impactante) la narración se centra más en lo que ocurre en el interior de los personajes que en lo que pasa fuera. Sin embargo, la mirada de la autora es lo que convierte este libro en una obra de género. Las miserias humanas, los celos, el encierro voluntario contrapuesto al encierro obligatorio, la melancolía, el miedo. El broche que convierte esta novela en algo tan excepcional es la prosa brillante, la composición de unas frases que te revuelven por dentro, la elección cuidada de cada una de las palabras. El texto por el texto como herramienta narrativa, al servicio de la trama.
Título: Cuando es invierno en el mar del Norte.
Autor: Leticia Sánchez Ruiz.
Editorial: Pez de Plata. (2019).
ISBN: 9788494917745.
Páginas: 320.
Precio: 21,90 €.
Ficha del libro en Pez de Plata:
https://editorialpezdeplata.com/coleccion-narrativa-pez-de-plata/43-cuando-es-invierno-en-el-mar-del-norte-9788494917745.html
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