El periodista musical Joaquim Ernst Berendt y los promotores Fritz Rau y Horst Lippmann decidieron traer a Europa en los años sesenta a los mejores músicos de blues de Estados Unidos. Así, surge el American Folk Blues Festival que programó entre 1962 y 1972 actuaciones de John Lee Hooker, Muddy Waters, Willie Dixon o Sonny Boy Williamson, entre otros. En 1965 una de las artistas invitadas fue Big Mama Thornton, cantante y armonicista. Las tres semanas en las que recorrió diferentes puntos de la geografía europea le dan la excusa a Noemí Sabugal para calzarse sus zapatos y meterse en su piel para contar una historia.
En Una chica sin suerte encontramos una biografía imaginada en las que Willie Mae reflexiona acerca de temas como la pobreza, el trabajo, el talento o el racismo. Ella siempre estuvo convencida de sus capacidades, autoestima no le faltaba. Lo que sí le faltaba era dinero para poder permitirse pagar todo el alcohol que le hubiese gustado. Ansiaba la fama, grabar discos, llegar hasta los aparatos de radio que le permitirían colarse en cada una de las casas del mundo entero. El subidón que le proporcionaba el escenario era incomparable con ninguna otra cosa, pero tras décadas actuando en todo tipo de locales, la grabación de su primer disco parece un sueño que no va a llegar nunca. El contacto con el público le fascina, pero está claro que lo que busca es que su trabajo perdure. Que su voz siga sonando cuando ella ya no esté, que sus seguidores puedan tararear sus canciones desde el salón de casa un día de diario, sin necesidad de acudir a los locales para buscarla.
Durante este arco temporal de tres semanas, Noemí Sabugal nos llevará a Berna, Zúrich, Copenhague, Estocolmo, Amsterdam, Manchester, Glasgow, Dublín… e incluso a Barcelona. Uno de los puntos fuertes del libro consiste en la novedad que supone para Willie Mae cada una de las ciudades que pisa. En unos sitios destaca la apariencia de cuento del lugar, en otros la arquitectura, las calles, las gentes. Todo es completamente diferente al lugar de donde proviene. Y tras posar la mirada en una visión general, siempre mira más allá. Se fija en el tipo que bebe solo en la barra de un bar, en la mujer que rebusca en la basura, en las señoras adineradas que vestidas igual van camino de la iglesia. La pobreza no conoce de razas ni nacionalidades: es igual de miserable en cualquier parte del globo. Sumado a esto, planearán las sombras constantes de la guerra de Vietnam, de las luchas en Estados Unidos contra el racismo, de la Guerra Fría. Será la voz de la narradora la que ponga el foco en todos estos temas en una época de la historia en la que la amenaza de morir a causa de una bomba atómica era algo cotidiano.

Quizá en un momento inicial el lector se pare a pensar si Willie Mae se expresaría así, si sería esa su modo de mirar el mundo. Pero una vez que te dejas llevar, no importa si su forma de hablar está bien reflejada, y sus actos corresponden con la realidad. Es probable que sí, o quizás no. Lo que Sabugal deja bien claro al final de la novela es que ha tratado de documentarse todo lo posible, que se ha metido realmente en esos ciento cuarenta kilogramos nacidos en Alabama y lograr así que todo aquello que la armonicista nos cuenta sea coherente con su manera de pensar.
A lo largo del libro, encontraremos lo que Willie Mae piensa, lo que escribe, lo que dice. Encontraremos unos capítulos con reflexiones cortas alternados con otros más descriptivos y largos. De este modo, saltaremos de cómo piensa en el momento actual a recuerdos del pasado, a su vida en Alabama, al momento en que su madre enfermó y a cuando ella tuvo que empezar a ganarse la vida con tan solo catorce años. Recuerda los hoteles visitados, los locales donde ha actuado, las personas que la han apoyado y que han conseguido que no haya perdido la esperanza durante tantos años.
El resultado de todo esto es una magnífica novela. Independientemente de la maestría de la escritora para conseguir darle voz a una de las artistas con una carrera más irregular, pero a la vez más reconocidas dentro de la historia del blues, Una chica sin suerte es una obra muy recomendable. Una road-novel que nos atrapará por todo aquello que nos cuenta, pero que nos enamorará por la forma en la que lo hace.
Título: Una chica sin suerte.
Autor: Noemí Sabugal.
Editorial: Ediciones del Viento (2018).
ISBN:9788494788031.
Páginas: 184.
Precio: 17€
Ficha del libro en Ediciones del Viento: http://edicionesdelviento.es/libreria/es/home/189-una-chica-sin-suerte.html
Ni idea de este libro. Y reconozco que ni siquiera conocía a esta voz del blues. Investigaré. Y me llevo el libro, que me has convencido.
Besotes!!!
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