La BCNegra de Carlos Zanón

2018 parece estar siendo el año de cambio de capo en los festivales negro-criminales. Como os contaba aquí hace unos días, Carlos Bassas ha colgado la funda de su revolver y ha dejado al mando de Pamplona Negra a Susana Rodríguez. Aunque el cambio de mandos de BCNegra era sabido desde hace meses, por fin ha llegado la hora de ver con nuestros propios ojos en qué se convertía este nuevo festival. Porque sí, era un festival consolidado, pero un nuevo director aporta una nueva visión y un nuevo punto de vista que lo cambia todo.

 

El programa no podía ser más apetecible. Cuando se convocó la rueda de prensa y Zanón anunció el plantel de invitados de esta edición, se nos hizo la boca agua a todos. El aumento de presupuesto seguramente haya tenido algo que ver, pero sobre todo ha pesado la intención de poder contar con los mejores, con los más reputados, los más conocidos y los que poseen mayor calidad literaria. Desde mi llegada el jueves pude disfrutar de los internacionales Leonardo Padura, James Ellroy, Don Winslow, Louise Penny, Claudia Piñeiro o Elia Barceló. Charlas temáticas sobre Ripley y Patricia Highsmith, sobre Manchette y los diez años que nos regaló de su literatura, o sobre cómo la vida de Jim Thompson podemos vivirla a través de su obra. Una magnífica combinación de respeto por la mejor tradición del género junto con apuestas por la novela más actual.

 

Uno de los puntos clave de este buen hacer ha sido el de contar con periodistas para la moderación de las charlas. Con esto no quiero desprestigiar el trabajo de los escritores que lo han hecho en años anteriores, ojo. Pero el arte de moderar bien una mesa es mucho más complejo de lo que parece. Es necesario que el escogido conozca el tema (o que se lo prepare en su defecto), que sepa cortar cuando sea necesario, que procure que todos los participantes tengan su espacio y su momento, y que sepa realizar las preguntas adecuadas para que el tema no se estanque. Personalmente destacaría a Miqui Otero en la mesa sobre Ripley, por la pasión que transmitía por el personaje; a Juan Carlos Galindo con Padura e Ibáñez, por conseguir encajar La Mancha con Cuba; a Anna Guitart por esa magnífica complicidad con Ellroy; a Antonio Lozano por convertir cada mesa en perfecta gracias a su trabajo y su profesionalidad, siempre; y a Núria Torreblanca por todo lo que aportó junto a Robert Polito sobre Jim Thompson. El premio ex-aequo iría para Carlos Zanón, que aunque no entre en esta lista de periodistas, ejerció una gran labor dejando de lado su papel de moderador para convertirse en un ponente más en la mesa sobre Manchette.

 

 

Y claro, si los moderadores son virtuosos, y los ponentes son de calidad y buenos comunicadores, tenemos todo el trabajo hecho. El sábado fue un día espectacular con 8 magníficas mesas, a cual mejor. Me encantó comprobar que no andaba tan desencaminada al pensar que a Padura no le interesan tanto las tramas policiales como todo lo que nos quiere contar sobre Cuba. Corroborar que Jim Thompson era un enamorado de El Quijote, y que sus obras tienen mucho de esa batalla contra molinos de viento. Descubrir que Ellroy se gastó en un fin de semana todo lo que ganó con su primera novela, en un coche, un viaje para conocer a Ross MacDonald y un jersey de cachemir (jersey que perdió, por cierto). Saber que Manchette asistió a una Semana Negra de Gijón para conversar con Manuel Vázquez Montalbán y que no se cayeron demasiado bien. Enamorarme aún más de Patricia Highsmith sabiendo que visitó San Sebastián y que el público la reconocía por las calles de la ciudad, algo que le asombró sobremanera. Descubrir que Don Winslow está escribiendo una continuación de El Cártel, que es experto en artes marciales, que fue investigador privado y que es adicto a la Coca-Cola mexicana. Conocer a Louise Penny y esa tremenda estatura que tiene, junto con esa sensibilidad y esa dulzura que tan bien sabe transmitir en sus novelas. Reír a carcajadas con la mesa sobre ficción televisiva gracias a Alberto Rey, Toni García y Marc Pastor.

 

Especial mención merece el tema de la presencia de las mujeres en el festival. Zanón no solo ha sabido rodearse de un increíble equipo con grandes profesionales, sino que el elenco de invitadas ha hecho que nadie, en ningún momento, se cuestione si se había forzado la presencia de escritoras o periodistas en el estrado. Maria Antònia Oliver, Graziella Moreno, Anna Maria Villalonga, Emma Flint, Elena Varvello, Elisa McCausland, Berna González Harbour, Laura Gomara, Alicia Giménez Bartlett, Marta Sanz, Elia Barceló, Louise Penny, Claudia Piñeiro, y muchas más. Cuando se quiere, se puede. Y al género negro le hace mucha falta esta dosis de feminismo porque aún nos queda muchísimo camino por recorrer.

 

En la libreta me traigo decenas de notas sobre las mesas que me encantaría compartir con vosotros, pero temo agotaros con tantos datos. También, una buena lista de recomendaciones anotadas, tanto de libros como de series y películas. Traigo unas cuantas risas almacenadas en la mochila para el invierno. Y abrazos. Y un montón de recuerdos de colas para firmas con Lara, Charo, Santi o Diego. Y las charlas de la fiesta de Gori. Y a Marvin Gaye. Y la Marsellesa. Y una dedicatoria de Winslow a Magda. Y fotos. Y a Ishiguro.

 

Las fotografías han sido vilmente robadas de la organización del festival. Os recomiendo que les echéis un ojo a todas, porque las hay geniales: http://lameva.barcelona.cat/bcnegra/es/galeries-imatges/2018

 

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. margari73 dice:

    Qué envidia!!! Pero así se hace, aprovechando estos momentos, que son únicos!
    Besotes!!!

    Me gusta

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