Los amantes de la novela negra clásica, de misterio, de intriga o como la queráis denominar podemos estar contentos. Ardicia, Siruela, Alba y dÈpoca están recuperando verdaderas maravillas olvidadas, descatalogadas y en algunos casos desconocidas. Hasta donde he podido averiguar, esta compilación de cuatro historias estaba inédita en nuestro país a pesar de que el autor, Headon Hill, sí que había sido traducido a nuestro idioma.
Mark Poignand acude a la India para tratar de ayudar a su prima Lucy y a su esposo el comandante Merwood en la resolución de un misterio. Parece ser que ya han sido dos los intentos de asesinato sobre la persona de Lucy, y el matrimonio está inquieto por cómo resolver esta intriga. En medio de las pesquisas que está llevando a cabo Poignand, una noche conocerá a Kala Persad, un hindú de unos sesenta años con barba rala y plateada. Está a punto de ser asaltado por unos rufianes, y debido a la aparición del británico, huirán. En agradecimiento, Persad le confiesa al visitante que es un encantador de serpientes con un asombroso don: el de la adivinación. Es la oportunidad que Poignand necesitaba: le explicará el caso de su prima y de este modo el investigador será capaz de resolverlo.
Tales son las habilidades de Kala Persad que Mark Poignand decidirá llevarselo con él a Londres y montar una agencia de detectives. Los papeles de ambos personajes están claros: cuando los clientes acuden a su despacho, Persad debe permanecer oculto escuchando todos los detalles y adivinar quién es el culpable. El trabajo de Poignand consistirá en demostrar con pruebas concluyentes lo que la intuición del hindú ha dictaminado.
Si nos paramos a pensar, las adivinaciones de Persad no dejan de ser un buen uso del sentido común. Estamos ante un hombre de edad avanzada que sabe observar a las personas. En algunos casos tan solo reflexiona sobre quién es el más beneficiado por la ejecución del crimen y con eso logra dar con el culpable. No he podido evitar preguntarme cómo habría resultado este libro si se hubiese suprimido el personaje de Poignand y tan solo hubiese sido Persad quien resolviese los casos. Al menos exótico sí que habría sido, aunque el toque adivinatorio supongo que no nos habría terminado de convencer.
Aunque la novela desprende cierto tufo racista (Persad debe permanecer siempre oculto tras un panel y los clientes no deben saber de su existencia), no olvidemos que estamos a finales del s. XIX. Juzgar este tipo de novelas con una perspectiva del s. XXI sería un gran error. Debemos saber apreciar la novedad y la originalidad de estas historias con la introducción de este ayudante hindú en una novela de esa época. Unos años después encontraremos novelas con detectives chinos (Charlie Chan de Earl Derr Biggers) o negros (Max de Pierre Véry). Pero Kala Persad es el primero que no es de raza blanca de la historia de la novela de detectives.
Estas cuatro historias, con el único punto en común de sus dos protagonistas, son independientes entre sí. Originalmente este libro fue publicado así, no es una selección actual de sus mejores historias. Algunas son más elaboradas y otras más sencillas, pero su corta extensión es cierto que no da para mucho más.
Desconozco si este libro tuvo repercusión en el momento de su publicación original. Lo que sí es cierto es que el autor consiguió más notoriedad gracias a otra de sus creaciones: el detective Sebastian Zambra. Gran parte de ese éxito fue debido a que sus historias fueron publicadas al mismo tiempo que las de Sherlock Holmes, y los argumentos de las tramas eran muy similares. Viene a ser lo mismo que sucede hoy en día: cuando una fórmula funciona se publican varias novelas similares que durante algún tiempo.
Headon Hill es en realidad el pseudónimo que esconde al autor Francis Edward Grainger. Nacido en Lowestoft, Suffolk (Reino Unido) en 1857. Fue empleado de la Compañía Británica de las Indias Orientales, lo que le llevó a recorrer gran parte del sudeste asiático. De ahí esa inspiración para personajes como el de Persad. Cuando regresó a Inglaterra comenzó a colaborar con varias publicaciones periódicas, pero decidió ocultar su verdadero nombre bajo el pseudónimo de Headon Hill. Bajo esta firma, publicó más de sesenta novelas de misterio. Falleció en 1924.
A pesar de que no puedo objetar nada a la maravillosa edición de Ardicia (soy muy fan de esta editorial, comprando a ciegas todo lo que publican), sí echo en falta algún prólogo o epílogo donde se nos cuente un poquito más acerca del autor y de la relevancia de esta obra en su momento, algo que nos ayude a comprender el por qué la editorial ha decidido publicar esta obra y no otra, y la importancia que tiene el hecho de que se traduzca y se publique. Quizá estas cosas solo nos gusten a los apasionados del género, pero opino que seríamos muchos los que estaríamos encantados con esa pequeña aportación.
*Una curiosidad de la mano mi amigo, la enciclopedia andante, Juan Mari Barasorda: a pesar de que Headon Hill tan solo escribió estas historias de Kala Persad, Mark Valentine retomó el testigo dando vida a nuevas aventuras de nuestro adivino.
Título: Las adivinaciones de Kala Persad (The divinations of Kala Persad).
Autor: Headon Hill.
Traductor: Raquel G. Rojas.
Editorial: Ardicia (2016)
Fecha de publicación: 1895.
ISBN: 9788494447648.
Páginas: 124.
Precio: 15€.
Pues no conocía yo al autor. Y aunque no sean sus mejores historias, me has dejado con curiosidad. Y también echo de menos en estos casos esos prólogos que nos ayudan a conocer mejor al autor y su obra. Eso sí, aprendí hace tiempo que estos prólogos es mejor leerlos al final, que a veces cuentan de más…
Besotes!!!
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