Enterrado en vida, de Arnold Bennett (1908)

Escribir una novela de humor, que provoque alguna sonrisa y quizá alguna carcajada es de por sí algo complejo. Creo que es más sencillo y menos arriesgado optar por un género más dramático y que resulta más fácil conmover que divertir. Pero lograr una novela que más de 100 años después de su publicación siga…