Ayer por fin vino el sol a visitarme a Barcelona. Un día intenso de charlas y mesas. Algún que otro día hay alguna charla por la mañana en BCNegra. Ayer fue uno de esos días, una charla de lo más interesante acerca de cómic y novela negra. Con el nombre de «Negra y dibujada. Cómic y novela gráfica en el relato criminal» se reunieron en torno a una mesa en el Auditorio de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna, Pepe Gálvez, Josep Rom, Juan Sasturain y Jaume Vidal bajo la supervisión de Octavi Botana. Tuve la magnífica suerte de que Sasturain tuviese el mismo problema idiomático que yo y el resto de ponentes tuvieron la deferencia de hacer la charla en castellano para echarle una mano, y de paso me la echaron a mí también.
Una pregunta típica es que si el género del cómic bebe de los grandes clásicos de la literatura negra como Hammett o Chandler y parece ser que aunque la opinión general es que sí, bebe incluso más de los tópicos creados con el género. En ello han tenido mucho que ver los iconos que ha ido generando el cine negro en los primeros años del género y sobre todo las ilustraciones de las portadas pulp. Es una de las grandes virtudes del cómic, que es un campo de la creación artística que se interrelaciona con otras expresiones artísticas sin ningún problema.
Sin embargo, aunque se beba de los argumentos y planteamientos de las novelas clásicas del género, de quien no mama tanto es de los propios padres de la novela negra. Como ejemplo tenemos el propio Agente Secreto X-9, una historieta policíaca iniciada en los años 30 en la cual fue dibujante el propio Dashiell Hammett para crear un producto con el que competir con Dick Tracy. No consiguió su objetivo a pesar de quién era el dibujante debido a que el dibujo que empleaba Hammett era excesivamente clásico.
Se citaron un montón de nombres donde los profanos en la materia nos perdemos. Hablaron de Prat, hablaron de Breccia, de Giardino y de Tardi, de cómo este tipo de dibujantes adaptaron el cómic anglosajón a la estética europea, introduciendo en las ilustraciones el tipo de coches que se veían por Europa, el tipo de edificios, un paisaje urbano diferente que los lectores agradecían reconocer. Se produjeron cambios como la introducción de viñetas mudas, planos tomados del mundo del cine con puntos de vista menos convencionales.
En los últimos años se está viviendo una dignificación del género, creando espacios en librerías y no solamente adquiriéndolos en quioscos o tiendas especializadas. El concepto de «novela gráfica» también ha venido al rescate de estas circunstancias, acercando el cómic al gran público, desterrando un poco la idea del cómic asociada solamente a historieta de corte infantil.
La primera charla de la tarde fue «Cuando el crimen se convierte en psicológico«. Participaban Anna María Villalonga, Christoffer Carlsson y Juan Bolea bajo la supervisión de Toni Marín.
Para todos ellos la herramienta más importante a la hora de generar tensión e intriga en sus novelas es a través de la ambigüedad de los personajes. Esa doble vertiente del ser humano, la que muestras a los demás, la que cualquiera puede ver, frente a esas cargas internas que arrastras. Y es que los personajes son parte fundamental de este tipo de novelas. El icono del antihéroe es muy utilizado, porque es un modo sencillo de que la mayoría de los lectores se identifiquen con el protagonista.
Cada uno de ellos a su modo muestran el recorrido de los personajes. Ahí radica la tensión psicológica de la acción: en observar la evolución desde el lugar de donde parten hasta el punto a donde el autor pretende que lleguen. En el caso de Carlsson es donde más claramente se ve, porque precisamente analiza cómo dos personajes con un pasado común, con un punto de partida igual en sus vidas, pueden terminar de dos modos tan distintos. Qué provoca esa diferencia, dónde radica el punto de inflexión entre una persona y otra.
Anna María utiliza la idea del fracasado, pero no del perdedor estereotipado, el alcohólico y deprimido, sino el perdedor desde el punto de vista de ser de alguien que es incapaz de vivir en primera persona experiencias que anhela. Y es que, como apuntaba Carlsson, el perdedor es un personaje estigmatizado, alguien que tiene algo que esconder y esto provoca que la ficción sea interesante.
Por segunda vez esta semana, el fútbol ocupó los sillones de BCNegra. En esta ocasión para hablar de «Sudor y corrupción: la cara oculta del deporte» con Santiago Roncagliolo, Leandro Pérez y Juan Sasturain coordinados por Luis Alejandro Díaz.
No nos engañemos. Como bien comentaban los ponentes el fútbol es un negocio. Nos vende una imagen muy estereotipada acerca de los futbolistas para que queramos vestir como ellos, que queramos salir con sus novias y que opinemos que son moralmente buenos. De ese modo, los colores de un equipo son más que eso y cuando 11 futbolistas ganan un partido todos los seguidores dicen «hemos ganado», como si hubieran corrido en algún momento por el campo de juego.
Es un espectáculo, sí. Pero se ha convertido en un negocio tan colosal que la mayoría de lo que pasa en el fútbol ya no pasa en el campo de juego, sucede fuera. El estadio es un espacio de distracción y divertimento, pero a la vez es parte de la cultura popular de nuestros países y gracias a él se ha revalorizado esa cultura popular. Como ejemplo se ponía el mundial de Argentina del 78, un mundial que generó un sentimiento de esperanza en la población. La vida para muchos es triste y gris, excepto los domingos por la tarde que se puede recuperar la ilusión y ganar. Hasta el punto que, como bromeaba Roncagliolo, el mejor momento para asesinar a alguien es un domingo a las 8 de la tarde, porque todo el mundo estará viendo el partido y nadie se enterará.
Ayer las charlas terminaron antes de lo habitual, a las 18:00, porque había que desplazarse hasta el Ayuntamiento para asistir a las siete de la tarde a la entrega del Premio Pepe Carvalho. Décimo premio de la décima edición del festival para Alicia Giménez Bartlett. El jurado lo componen Jordi Canal, Andreu Martín, Rosa Mora, Sergio Vila-Sanjuan, Daniel Vázquez Sallés y el comisario de BCNegra Paco Camarasa.
En su discurso, el librero más negro y más criminal de Barcelona destacaba el papel que tuvo el personaje de la detective Petra Delicado cuando fue creado en los años 90. En ese momento, sus colegas escritoras negro-criminales creaban papeles protagonistas de hombres, mientras que ella apostó por una investigadora. Como bien apuntaba Camarasa, era necesaria la mala baba de Petra Delicado.
En el discurso de Giménez Bartlett destacó el papel de Paco Camarasa en la ciudad y en el festival de BCNegra. Sin Paco Camarasa, decía la autora, Hammett sería un don nadie y Christie una rondadora de esquinas. Palabras de cariño para exaltar el papel del librero, y de este en concreto, en la difusión de la cultura y de los buenos libros. El discurso estuvo salpicado de frases irónicas y de buen humor, y es que al menos estaba tranquila de que pudiesen acusarla de corrupción, ya que ella perteneció al jurado hace años, ya que si no hay dinero no hay corrupción, y el Pepe Carvalho es un premio sin dotación económica. Aunque como bien apuntaba Alicia, el prestigio de este tipo de premios suele ser inversamente proporcional a la recompensa económica que suponen para el autor. Un discurso elegante pero no por ello menos divertido.
Gracias por contárnoslo, quien pudiera estar allí, disfruta mucho, besotes
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Muchas pero que muchas gracias por estas crónicas. Casi como estar ahí.Besotes!!!
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