El rancho de La U Alada, de B. M. Bower (1906)

«Era domingo, habían pasado dos días desde el baile. Los muchachos estaban desperdigados, porque la jornada era fantástica, una de esas dulces y suaves mañanas que nos llegan a principios de mayo. En la herrería, Chip estaba poniendo estrellas nuevas a sus espuelas y silbaba suavemente para sí mientras trabajaba.»   Este es el comienzo…