Esta sí. Con esta sí que me ha llegado Matt Scudder. Hasta ahora las novelas de Block de esta serie me han parecido irregulares, con algunos momentos brillantes pero otros no tanto, entendiendo en algunos casos el que no hayan tenido tanto éxito en nuestro país y que no todas ellas estén traducidas. Con esta ha dado en el clavo. Es una novela redonda. Es cierto que como me ha pasado con todas ha tenido un par de cosas en el final que no me han terminado de convencer pero el resto es sublime.
En Ocho millones de maneras de morir tenemos a un Scudder que ha tocado fondo. En la novela anterior ya veíamos que sus problemas con el alcohol empezaban a ser muy serios, las lagunas mentales eran cada vez mayores y el carácter melancólico y depresivo había cogido las riendas de Matt.
Aquí tenemos a un Scudder decidido a dejar el alcohol y todo lo que eso implica. Asistir a las reuniones de alcohólicos anónimos, pasar hora tras hora sin probar el alcohol, resistir la tentación cada vez que pide un refresco o un café en un bar… Los bares siguen estando muy presentes en la vida de Scudder, son puntos de encuentro, de reunión con clientes y confidentes, y de un modo u otro debe superar la tentación. Y no será fácil.
Porque encima se topa con un caso que le afectará a nivel emocional. Kim, una prostituta que llega a él a través de su amiga Elaine, quiere dejar el oficio. Y sobre todo quiere dejar a su chulo. La trata bien, no es un proxeneta al uso: ubica a sus chicas en pisos bien ubicados, les compra ropa, las lleva al boxeo o al teatro según las preferencias de cada una. En resumen, las mima. Las trata bien y a cambio consigue que estén felices y que trabajen a gusto. Aunque lo que hacen tampoco es un trabajo al uso. No son prostitutas, son «amigas», acompañantes, que se acuestan con sus «amigos» y ellos a cambio les dejan dinero para el alquiler, para sus gastos, para que puedan vivir. Todas las partes implicadas parecen contentas.
Pero claro no todas las chicas quieren ser prostitutas toda la vida. Mucho dinero pero una forma de vida que no todo el mundo soporta. Y Kim quiere dejarlo pero tiene miedo de lo que Chance vaya a hacer. Nunca se ha mostrado agresivo con ella, ni verbal ni físicamente. Pero dejarla escapar quizá no sea tan fácil. Por lo tanto Scudder hace de intermediario. Consigue dar con Chance no fácilmente, habla con él, y parece ser no hay problema por dejar a la chica que siga su vida. Todas las partes implicadas parecen seguir contentas.
Hasta que Kim aparece en la habitación de un hotel. Muerta. Despedazada. Violada. Ensangrentada. Mutilada. ¿Y quién es el primer sospechoso? Chance por supuesto. Y a Matt le afecta la muerte de la chica. No puede evitar pensar que podría haberlo evitado. Que debería haber supuesto que no la iban a dejar escapar tan fácilmente. Kim era una chica encantadora, preciosa, con unos ojos en los que perderse. Y ahora está muerta. Y Scudder necesita beber para superarlo.
«Me llamo Matt, soy alcohólico. Una mujer que conocía ha sido asesinada anoche. Ella me había contratado para prevenir que la mataran y yo acabé por convencerla de que no corría ningún peligro. Ella me creyó. Su asesino me ha tomado el pelo y encima lo he creído, y ahora ella está muerta, y yo no puedo hacer nada, es demasiado tarde. Y eso me duele y no sé lo que hacer, hay un bar en cada esquina de la calle y una tienda de licores en cada manzana, y beber no la traerá al mundo pero tampoco el estar sobrio, y, ¿por qué demonios me tiene que pasar a mí? ¿Por qué?»
Entrará en juego un personaje de la novela anterior, Jan. Una escultora que vive en el Tribeca de la que Scudder está enamorado. Y resulta que ella está dejando también el alcohol. Será su gran apoyo, su amiga, su confidente. Me ha encantado el personaje de Jan, muy fuerte y con carácter, pero eso no le impide que se desmonten sus propósitos ante Matt.
La trama de Kim es exquisita. Las conversaciones con Chance y los interrogatorios a sus chicas son tremendos. Es una novela mucho mucho más reposada (la extensión es de prácticamente el doble de páginas que en las anteriores). No hay carreras, pasas los minutos de agonía junto a Scudder, sintiendo esa necesitad de un trago, de calmar la sed de su alma, de apaciguar el dolor.
El perfil que hace de nuestro no-detective es el mejor hasta ahora. Consigue un magnífico equilibrio de personaje y de trama, destacando ambos y haciendo que quieras saber más de ambos. Creo que es una novela perfecta para leer aislada, no necesitas saber más que lo que te cuenta en ella, y dentro de una serie no siempre es fácil conseguir que una de las novelas funcione a la perfección sola. Si la novela está bien planteada, funciona, pero suele ayudar leer las anteriores.
A destacar las magníficas reflexiones que colman el libro acerca de la criminalidad de Nueva York en estos años. Scudder cada mañana recorre las páginas de los periódicos leyendo la cantidad de crímenes que se cometen, comprobando que hay tantas formas de morir como habitantes tiene la ciudad. De ahí el título de la novela:
«- Antes, teníamos mil muertos por año. Tres por día en los cinco distritos juntos. Eso ya era bastante de por sí.
– No estaba mal.
– Hoy por hoy es el doble – se inclinó hacia delante -. Pero eso no es nada, Matt. La mayoría de los homicidios son historias de marido-mujer, o entre dos amigos que se toman unas copas juntos y uno le mete un tiro al otro y ni siquiera se acuerda al día siguiente. Esos muertos no aumentan jamás. Su número es siempre el mismo. Lo que ha cambiado son los asesinatos donde la víctima y el asesino no se conocían. Es el índice de ese tipo de homicidios el que refleja la peligrosidad de un sitio. Si tomamos tan sólo esos muertos, sin ocuparnos de los otros y los ponemos en un gráfico, la curva sube como una flecha. «
Apuntárosla porque merece, y mucho, la pena.
Título: Ocho millones de maneras de morir (Eight Million Ways to Die)
Autor: Lawrence Block.
Traductor: Gabriel Glenson.
Editorial: Serie Negra (2011)
Año de publicación: 1982.
ISBN: 9788498679762
Páginas: 352
Precio: 18€
Ficha del libro en Serie Negra:
http://www.serienegra.es/articulo/novelas/nuevos_autores_novela_negra/1197/ocho_millones_maneras_morir.html
Ainssss que no conocía yo esta saga… ¿me recomiendas empezar por el primer libro, que creo que es El pecado de nuestros padres? (Ya me he informado, je). ¿O hay alguno que destaque especialmente y no importa el orden? Cuántas preguntas… Saludos!! y muchas gracias, claro!
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Que voy a tener que empezar con este autor pronto, que me dejas con muchas ganas.Besotes!!!
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