Hay novelas que sabes de antemano que van a doler. Mucho. Que sabes que te van a dejar hecho polvo toda la tarde, y que tendrás varios días su sombra persiguiéndote, rememorando el sabor de boca tan agrio que te dejan. Y cuesta encontrar un momento para ellas. Pones excusas, adelantas otras lecturas, pero…