En ocasiones tienes las ideas muy claras acerca de lo que vas buscando cuando entras en una librería o en la biblioteca. Sin embargo, hay libros o autores que se cruzan en tu camino y cuando sales por la puerta observas lo que te has llevado y nada tiene que ver con lo que tenías en mente minutos antes. Eso fue lo que me sucedió a mí el otro día cuando Eudora Welty se colocó ante mis narices en una balda de la biblioteca.
A Welty la conocí hace tiempo ya cuando me enamoré de su prosa con La hija del optimista. No busquéis la reseña en el blog, la leí antes de tenerlo (quizá algún día debería releerlo y escribirla). Recuerdo la experiencia de su lectura como muy satisfactoria, una obra de la que tan solo me atrajo su título y que me hizo descubrir a una de las autoras más fascinantes que he leído nunca.
Cuando cogí en la biblioteca Las batallas perdidas reconozco que había dos asuntos que en ese momento me causaban rechazo: el primero su extensión. 572 páginas que pueden resultar una delicia o una verdadera tortura. Lo bueno de los libros cortos es que por muy malos que sean al menos son breves. El segundo, que se trataba de una novela ambientada en el Sur de los Estados Unidos, y hacía poco había tenido una mala experiencia con Tierra de caimanes. Pero Welty, es Welty. Así que piqué.
Las batallas perdidas tiene un argumento base de lo más sencillo: la familia Beecham está organizando una gran reunión familiar para celebrar el cumpleaños de la matriarca del clan, la abuela Beecham. Página a página irán llegando a la casa familiar decenas y decenas de invitados, portando comida cada uno de ellos y organizando todo para que la celebración del evento esté a la altura de la homenajeada. A pesar de que ella debería ser el centro de todas las atenciones, hay un invitado estrella para ese día: Jack, uno de sus nietos, que ese mismo día regresará a casa tras dos años en prisión. Y lo más emocionante para toda la familia es el hecho de que Jack desconoce que existe la pequeña Lady May, su pequeña hija de la que no tiene el más mínimo conocimiento debido a que fue arrestado nada más casarse.
A pesar de que estamos ante una novela de casi 600 páginas, las vidas de nuestros personajes pasan volando. Durante toda la lectura tenía la sensación de encontrarme ante una obra de teatro. Los diálogos son constantes, lo que aporta a la obra un ritmo muy fluido. Las narraciones son precisas y preciosas, logrando que obtengas una perfecta imagen mental del salón de la vivienda, del porche, del jardín, y sobre todo de la atmósfera que Welty logra crear con todas esas personas escuchando historias que se entrelazan entre sí, interrumpiéndose a cada instante y logrando una narración por completo coral.
La trama transcurre en apenas un día y medio, y sin embargo al final de la obra tienes la sensación de conocer la vida de todos y cada uno de ellos. Algunas de las historias parecen no llegar nunca a su fin, debido a tantas interrupciones y a tantos cambios de hilos argumentales, pero aún así no tienes la sensación de pérdida ni un solo minuto. Si tuviera que buscarle una pega sería el formato de los capítulos. Soy una persona lenta leyendo, y a veces debía leer demasiadas páginas antes de llegar a una pausa, por lo que algunas narraciones debía dejarlas a medias por falta de tiempo. Sin embargo, el inconveniente aquí es más de mi tiempo disponible que del ritmo de la narración.
Resulta curioso que, a pesar de la ingente cantidad de personajes, consigues saber en cada momento quién es el que está hablando y de quién es pariente. El dramatis personae del principio ayuda, pero lo que resulta de más ayuda es la voz tan personalizada que la autora logra dar a cada uno de ellos. Está claro que Welty es una gran perfiladora de personalidades, de caracteres, dotando de una marcada y reconocida individualidad a cada uno de ellos.
En resumen, Las batallas perdidas es una novela divertida, entretenida y una de esas obras que se leen solas. Es muy visual, y eso me trajo a la mente una entrada de Carol en 10.15 Saturday Night en la que nos desvelaba que Eudora Welty fue además de novelista, fotógrafa.
Esta novela no ha hecho más que afianzar mi curiosidad por la autora, por lo que no me queda más remedio que seguir indagando acerca de su vida, su obra y su producción fotográfica. Una imprescindible en las estanterías de los amantes de la buena literatura.
*¿Que no os he terminado de convencer? Aquí tenéis el primer capítulo para que os enganchéis sin remedio con su forma de narrar:
http://impedimenta.es/media/blogs/libros/capitulosPDF/9788415130000.pdf
Título: Las batallas perdidas (Losing Battles)
Autor: Eudora Welty
Traductor: Miguel Martínez-Lage.
Editorial: Impedimenta (2010)
Año de publicación: 1970.
ISBN: 9788415130000
Páginas:584
Precio: 28 €
Directo a mi lista de pendientes, lo tengo clarísimo. Además es una gozada sostener en tus manos los libros de Impedimenta, con esas cuidadísimas ediciones. Gracias por la recomendación. Saludos
Me gustaMe gusta
La verdad es que si, las ediciones son una maravilla. De hecho me dio penita que estuviese forrado y no poder tocar la textura de la portada.
Me gustaMe gusta
Tiene buena pinta me lo anotaregracias por esta estupenda reseña
Me gustaMe gusta
Gracias Odel! Me alegro de que te haya gustado.
Me gustaMe gusta
Aún no he leído nada de esta escritora. Y me parece que en este año ya no me estreno, pero para el siguiente tiene que caer seguro. Y este libro me lo llevo apuntado.Besotes!!!
Me gustaMe gusta
Margari, pues busca más opiniones. El de La hija del optimista es una delicia, y este también lo he disfrutado muchísimo.
Me gustaMe gusta
Pues no puedo más que apuntarlo!No he leído nada de la autora y creo que me gustaría =)Besotes
Me gustaMe gusta
Me alegro de haberte convencido, Shorby! Ya nos contarás qué te parece cuando lo leas.
Me gustaMe gusta
No conocía a esta autora y por lo que cuentas en tu reseña, creo que la voy a conocer pronto :)Besos!
Me gustaMe gusta
Gracias Kristineta! Me alegro de que te haya convencido.
Me gustaMe gusta
Pues mira, yo tego en mente la hija del optimista desde hace un tiempo, y me pasa con esta escritora algo parecido a lo que e principio te hizo dudar de coger este libro, que si bien no tienes duda sobre la escritora, te frena un poco la ubicación donde se desarrolla la trama y esas cosas, creo que por eso la he ido dejando pasar, pero esetoy convencida, que como a ti, una vez que esté con el libro, me va a más que compensar. Yo no recordaba que fuera fotógrafa, pero seguro que influye en la forma en que quiere presentar la realidad con sus libros.
Me gustaMe gusta
Icíar, La hija del optimista tiene menos páginas, así que para adentrarse con la escritora es muy buena opción. Este que os traigo es más "sureño" que La hija del optimista, por si eso se llega a convencer.
Me gustaMe gusta
Pues me la apunto, que con tu reseña me ha interesado. Yo también agradezco que las posibles pausas estén cercanas porque voy leyendo por periodos cortos, pero bueno, como dices, tampoco es para rasgarse las vestiduras.Besos!!
Me gustaMe gusta
Antonio, la verdad es que en determinados momentos es un fastidio tener que dejar un capítulo o fragmento a medias. Los autores quizá deberían tenerlo más en cuenta.
Me gustaMe gusta
Me encantan este tipo de historias. No conozco nada de esta escritora, pero por lo que dices está bien conocerla.Ya me lo apunto.Un abrazoTeresa
Me gustaMe gusta